El marqués de Haihun, culto y humanista

En las cámaras funerarias del marqués de Haihun se descubrieron varios componentes de biombos lacados. Tras su recomposición, se aprecian figuras y inscripciones en escritura clerical con nombres como “Confucio”, “Yan Hui” y “Shuliang He”, todas relacionadas con la vida de Confucio. Los expertos señalan que podría tratarse del retrato de Confucio más antiguo hallado en China hasta la fecha.
Entre los hallazgos de la tumba de Liu He destaca un espejo de bronce con una escena a modo de biombo en la que aparecen Confucio y varios discípulos. Una figura identificada es Tantai Mieming (nombre de cortesía Ziyu), discípulo que, según la tradición, estudió con Confucio en la región de Yuzhang. Debido a su apariencia sencilla, no fue inicialmente favorecido por Confucio y fue enviado a enseñar al sur, entonces relativamente remoto. Gracias a su perseverancia, Tantai Mieming hizo prosperar el confucianismo en el sur. Al conocer más tarde sus logros, Confucio exclamó: “Al juzgar por la apariencia, me equivoqué con Ziyu”.
Se recuperaron más de 5.000 tablillas de bambú y madera: unas 200 tablillas de madera —incluidas etiquetas tipo fichas y borradores de memoriales— y alrededor de 5.000 tiras de bambú. Su contenido incluye obras como la “Oda por la muerte”, los Analectas, el Libro de los Cambios, el Libro de los Ritos, el Clásico de la Piedad Filial, textos médicos y otros. Conservados durante más de dos milenios, estos textos arrojan nueva luz sobre la historia, la cultura, el arte y la ciencia de la dinastía Han y poseen un valor de investigación incalculable. En particular, las más de cinco mil tiras de bambú registran una enorme cantidad de información y contenidos muy ricos. De acuerdo con la costumbre funeraria Han —“servir a los muertos como a los vivos”—, se trataría de los libros que Liu He apreciaba en vida y que fueron enterrados con él.
El texto más importante es, probablemente, los Analectas. En la Antigüedad existieron tres versiones: la Antigua, la de Lu y la de Qi. La versión actual resulta de una síntesis de la de Lu y la Antigua; la versión de Qi se perdió en época Han–Wei. Su rasgo distintivo es la presencia de dos capítulos adicionales: “Conocer el Camino” (Zhidao Pian) y “Interrogar al Rey” (Wenwang Pian). El hecho de que en la tumba de Liu He se haya encontrado el capítulo “Conocer el Camino” sugiere con fuerza que se trate de los Analectas de Qi, perdidos hace siglos —un descubrimiento de trascendencia mundial y de valor incalculable.
La tumba también proporcionó borradores de memoriales escritos por el propio Liu He al emperador reinante, el emperador Xuan (Liu Xun), con información sumamente rica y de gran valor para el estudio de la historia, la economía, la política y la cultura de la era Han.
Publicado el: 9 de sep de 2025 · Modificado el: 10 de sep de 2025