Le Trou (9,0 en Douban): ¿relato llano o engranaje por capas?

Mi puntuación: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
El clásico carcelario de 1960 de Jacques Becker, Le Trou, ha sido considerado durante años el molde del género. Sobre quién delató la fuga, algunos espectadores se quedan con la superficie y señalan a Claude; otros creen que, siendo una obra maestra, debe estar llena de pistas que se nos escapan y apuntan a otro culpable. ¿Cuál es la verdad? Vayamos por partes.
El alcaide se encuentra con Claude cuatro veces.
- Primera: Claude oculta un mechero y un compañero lo delata. Tras confiscarlo, el alcaide le habla con cortesía y lo llama «buen chico». Primera toma de contacto.
- Segunda: Después de ver a su cuñada, Claude, nervioso, toma el pasillo equivocado; el alcaide lo saca del apuro y le pregunta el nombre. Queda claro que no se conocían antes, lo que descarta que el alcaide hubiera urdido la fuga.
- Tercera: Al día siguiente, el alcaide informa a Claude de que su esposa ha retirado la denuncia. Ante la disyuntiva — escapar o esperar — Claude decide esperar. Es aquí cuando comunica la fuga al alcaide. Las pistas están en la puesta en escena: llamada al jefe de planta, plano vacío y prolongado trabajo de los presos fuera del despacho, sugiriendo una larga conversación entre alcaide, Claude y jefe de planta. Tras despedir a Claude, el jefe de planta vuelve a entrar para concretar, subrayando la gravedad del asunto.
- Cuarta: En la redada, el alcaide ni siquiera mira a Claude antes de enviarlo a otra celda. Cuando un guardia mira hacia él, Manu reacciona y Claude se delata primero— confirmando que fue el informante.
Le Trou es una película de narración directa. Se la llama la mejor de fugas no por suposiciones enrevesadas, sino por su manera casi documental de recrear con realismo el oficio y los detalles del escape.
Publicado el: 13 de sep de 2025 · Modificado el: 13 de sep de 2025